Una aclaración muy importante: No soy educadora ni psicopedagoga infantil, por lo tanto todos los consejos que encontrarán en este post provienen exclusivamente de mi experiencia personal como lectora consumada y madre de tres hijos.
A menudo me encuentro con madres que manifiestan su inquietud por la dificultad que representa para sus hijos la lectura, muchas se quejan: "a mi hijo no le gusta leer", "no lee en lo absoluto", mientras que para otras la preocupación llega en la etapa preescolar cuando los niños inician su aprendizaje de lectura. Muchas madres llegan a convertir la hora de las tareas en un verdadero suplicio (para el niño y para ellas), se desesperan ante las confusiones naturales de la p,d,b, por sólo poner un ejemplo y no es nada raro que la cosa termine en un doble estallido de llanto (sí señores, las madres también lloramos).
QUÉ DEBEMOS HACER?
Ante este interrogante, la respuesta que se viene de inmediato a mi mente es: comenzar ya! Sí, nunca será muy temprano ni demasiado tarde para aprender a leer, y digo aprender porque quizás aunque seamos ya adultos alfabetizados desde nuestra infancia, nunca hemos aprendido del todo a leer correctamente. Cuando digo leer correctamente, me refiero no sólo al proceso mental y visual que nos permite la asociación de fonemas para interpretar un texto, sino también al hecho de comprender de qué se trata, establecer diferencias con otros textos, contribuir a nuestro proceso de aprendizaje, sacar conclusiones y generar si es el caso, dudas o inquietudes. Esto, mis queridos amigos, también hace parte del aprendizaje de lectura.
CÓMO Y CUÁNDO EMPEZAR?
Tal como mencioné, nunca es muy temprano. Debemos empezar lo más temprano posible con nuestros niños, de ser posible desde el vientre materno. Te cuento como lo hice yo en las tres oportunidades que tuve con cada uno de mis hijos. Recuerdo que con mi primer embarazo compré un compacto del "Efecto Mozart"(que me duró hasta el segundo embarazo, ya con el tercero tuve la ayuda de YouTube). El caso es que todas las noches y cada vez que tenía oportunidad me recostaba con mi gran panza al aire y les colocaba la música de Mozart que ha demostrado ser muy efectiva para despertar la creatividad en los bebés. Como creyente que soy, también les leía Salmos de la Biblia y oraba por el bebé que se gestaba en mi vientre. La música es de gran ayuda en la Programación Neurolingüistica (PNL) necesaria para hablar, leer, entender y en definitiva coordinar, y para mi la música fue la compañera inseparable de mis hijos (y lo sigue siendo).
Carolina del Mar lee con papá a los cinco meses. |
SU PRIMER LIBRO
Mi hijo mayor tuvo su primer libro a los seis meses, mi segunda hija al mismo tiempo y con nuestra pequeña fue más temprano (antes de los cinco meses). Por supuesto que no eran libros con muchas páginas ni muchas letras, sino libros con grandes imágenes y colores que narraban historias muy cortas con letras muy grandes. Comienza enseñándole la portada y leyendo el título con voz entusiasta y feliz deslizando tu dedo por las pocas y grandes letras. Desde mi experiencia puedo asegurarles que esto es muy, pero muy efectivo, se sorprenderían al ver cómo un bebé tan pequeño puede seguir la lectura y hasta agarrar la página para que no la pasen y poder verla un poco más. Enséñale el libro antes de hacer la siesta y por la noche antes de dormir. Te aseguro de todo corazón que este sencillo método da resultados que perduran.
ENAMORÁNDOLO DE LA LECTURA
Una vez que el romance empieza con su primer libro, debe continuar, y nosotras seremos las encargadas de que vaya en aumento. Más mayorcito le podrás comprar pequeños libros que traen los nombres de las cosas en letras grandes con imágenes llamativas. Cada página puede decir el nombre de un objeto cotidiano, por ejemplo: CASA, acompañado de la ilustración. Tú leerás enseñando la imagen y luego pasando el dedo por las letras. Esto también le ayudará cantidades para empezar a hablar. El proceso de lectura irá dándose de forma natural, así cuando llegue al preescolar todos los fonemas serán familiares para él facilitándole el aprendizaje.
La quinceañera se topa con un sitio de libros viejos |
MOTÍVALO
Visita librerías con él. Conviértelo en un súper plan. Esto me dio resultados increíbles, lo hice desde que estaban muy pequeños, y aún continuamos haciéndolo. Con los dos mayores la cosa es más de camaradería entre tres lectores consumados, también acostumbramos a irnos de cacería de libros viejos a los sitios de la ciudad donde se pueden conseguir verdaderas joyas literarias. Con la pequeña es diferente, con ella el objetivo principal es lograr que establezca un vínculo especial entre ella y los libros, así que vamos a la librería, visitamos la sección de niños y ella escoge uno que le guste. Después nos vamos por un granizado, un helado o a la zona de juegos del centro comercial.
CÓMO LO AYUDO?
Si tu hijo está teniendo problemas con el aprendizaje de la lectura, no te desesperes porque él captará toda tu ansiedad, recuerda que el vínculo con nosotras es muy fuerte. Si ves que a la hora de repasar en la cartilla no puedes controlar el desespero, entonces delega en alguien capacitado, puedes buscar una maestra y pagarle por horas o simplemente una chica que sienta el mismo amor por la lectura que tiene mi hija de quince años por ejemplo. Acurrúcate a su lado por la noche y leéle con voz suave un bonito cuento, no lo forces al principio a ver las letras, sólo cuando ambos se sientan listos muestra algún título con tu dedo y lee con voz un poco más alta haciendo énfasis en los sonidos de los fonemas.
Tú puedes hacerlo, ten calma, tu hijo va a aprender a leer, pero lo que viene después de ese aprendizaje es nuestra total responsabilidad. Pregúntate si de verdad quieres que tu hijo vaya más allá y se convierta en un lector, en una persona apasionada por las letras y el conocimiento. Si la respuesta es sí, tienes por delante un hermoso reto en el que seguramente también tú aprenderás muchas cosas y podrás crecer como lectora y enriquecerte como persona.
Abajo encontrarás una lista de libros que recomiendo para niños y jóvenes, el primero es para bebés.
Milly en el jardín (y toda la saga de Milly de Editorial Panamericana)
El Príncipe Feliz (Oscar Wilde)
El Principito (Antoine de Saint-Exúpery)
Sapo y Sepo, inseparables (Arnold Lobel)
Fábulas de Esopo
Cuentos de los hermanos Grimm
Las aventuras de Tom Sawyer (Mark Twain)
Harry Potter y la piedra filosofal (J.K. Rowling)
Un monstruo viene a verme (Patrick Ness)
Y tú, cuál es tu libro infantil o juvenil favorito? Cuéntame en los comentarios y si tienes más consejos para aplicar en nuestros chicos por favor compártelos. Un beso, y esto queda "Escrito en la bitácora".