miércoles, 26 de agosto de 2015

HISTORIA DE UN CRIMEN


HISTORIA DE UN CRIMEN.

"Ha muerto".
Lo supe apenas abrí los ojos esta mañana. La larga agonía de la noche al fin había terminado. El valiente de antes, había perdido la batalla contra la muerte, y un coro mudo de suspiros ahogados y lágrimas contenidas a la fuerza, entonaban tristes tonadas fúnebres por aquel que se había marchado para siempre.

"Ha muerto".
Murmuró dentro de mí una voz, mientras que un eco inútil, repetía una y otra vez la afirmación, como para convencerse más a sí mismo que a mí, de la ausencia que llenaba en cruel paradoja, el vacío que dejaba aquel que alguna vez ocupó por entero mi existencia.
"Ha muerto"

Ha muerto, y no regresará jamás, se ha ido al lugar donde pernoctan para siempre las almas, los ideales y los sueños; el que llenó mi vida y la cubrió de besos, caricias y canciones; aquel cuyas palabras eran como miel tibia, vertiéndose en mi oído inocente, tanto como él, quien no se dio cuenta del momento en el que una trampa de falsedad, le cayó encima atrapándolo, arrebatando su libertad.

Ha muerto, y fue asesinado. Brutalmente golpeado, fue primero víctima del engaño, manipulado y burlado, torturado por besos, a ratos rabiosos, a ratos tiernos. Lo convirtieron en un adicto, atrapado por sus captores, fue sometido a todo: a lo bueno, a lo malo, a lo dulce y a lo amargo, lo adentraron en los vicios de los abrazos, las palabras, los besos y la pasión desenfrenada, y luego, cuando vieron que no existía en él la menor muestra de voluntad, entonces...lo abandonaron.

Lo dejaron a su suerte, malherido, hambriento y solitario; sin tener cómo mantener sus vicios de besos, pasión, palabras y ternura, se debatía como poseso en las noches solitarias, en el más espantoso síndrome de abstinencia, sin entender porqué lo habían dejado sólo, enfermo, hambriento y enamorado. 
Lo confieso. Yo lo he matado.! Yo misma apreté con mis manos muchas veces al  que llamamos AMOR, con el fin de estrangularlo. Yo ayudé a enviciarlo, besándote, escribiéndote poemas, enroscando mis piernas alrededor de tus caderas, mordiendo tus labios, y enterrando mis uñas en tu espalda. Tú y yo lo mantuvimos cautivo, hasta que una tarde tus traiciones salieron a flote, supe que también me habías usado, para entonces irte, dejándome sola con el AMOR, nuestra inocente víctima.

Ha muerto, ha muerto al fin!. Lo estrangulé, le quité la vida lentamente, lo asfixié bajo pesados bultos de recuerdos ingratos, de noches eternas sufriendo sin tregua, lo ahogué en el caudal revuelto de mis lágrimas que lloraron tu indiferencia y tu traición. Minuto a minuto lo sentí, debatirse entre mis manos, tratando hasta el último instante de seguir con vida.
Ayer te vi...!ibas con ella!, la llevabas de la mano, y la mirabas en muda idolatría, como alguna vez lo hiciste conmigo. Te veías feliz, cuánto se notaba que no recordabas a la pobre víctima que habías dejado agonizante dentro de mi corazón.  Entonces busqué en el oscuro rincón de mis entrañas donde moribundo escondía al AMOR... tomé el puñal del olvido y se lo clavé sin piedad.

Me dí media vuelta sin atreverme a mirarlo por última vez. Sólo escuché el estertor de su agonía.

Ha muerto. La obra que empezaste ha sido terminada. 
 Lo maté en defensa propia... Ya no te amo.

NIÑOS LECTORES...¿ NACEN O SE HACEN? ¡TRUCOS QUE FUNCIONAN!

Carolina del Mar, mi lectora de cinco años  U na aclaración muy importante: No soy educadora ni psicopedagoga infantil, por lo ta...